domingo, 30 de mayo de 2010

Tic, tac...


-Entonces, querido maestro… Quién eres?
-Soy este instante.
-Pero, maestro… de todos los instantes posibles, cómo saber cuál eres realmente?
-Siempre este, ahora.
-Y ahora… Quién eres?
-…Tic, tac!!

miércoles, 26 de mayo de 2010

Equívocos.




     Después de aquel accidente perdió el sentido del olfato y al oler una rosa pensaba, por ejemplo, en la cabeza de un bebé o en pescados fritos. Con el tiempo se le trastocó el sueño y despertaba al acostarse, pasando las noches en vela profundamente dormido. Más tarde extravió el olfato del sentido y empezó a abrir puertas ajenas de casas extrañas pretendiendo vivir vidas que no eran la suya y al llegar la policía para el desalojo intentaba arrestar a los agentes y dictaba después ejemplares sentencias destinadas a los jueces.
 
     Una noche, por fin, sentado en el televisor frente a su sofá, sintió sed. Cerró de par en par puertas y ventanas y encendió todas las luces buscando un poco de paz. Deslumbrado en aquella oscuridad, se sintió pez y entonces... echó a volar.
 

...Desconsideradas!!!


     Solía quedar malogrado a mitad de cualquier frase jugando al escondite con la palabra apropiada. Cabeceaba resignado, mordiéndose la frustración en los labios hasta que, al llegar a casa, encontraba de improviso la palabra perdida en el humo de un cigarro, traspapelada en un libro o mojada de vino asomada en su copa... cuando había olvidado ya la frase inacabada. No podía evitar prorrumpir entonces en malhumorados reproches, manoteando en el aire como espantando moscas, mientras sus gatos corrían pavoridos a esconderse.

-Malditas palabrejas!! Sois todas unas… unas… oh, Mierda!!